El partido lleva denunciando largo tiempo el recurso fácil del Govern al préstamo bancario, algo que Sindicatura ha ratificado en su último informe
Palma, lunes 14 de junio
Según el último informe de la Sindicatura de Cuentas publicado, el endeudamiento de Baleares no tiene límites. Valga un dato: la deuda bancaria directamente imputable a la CAIB se ha incrementado un 350% entre 2001 y 2008, hasta alcanzar algo más de 3.200 millones de euros si unimos la deuda de la CAIB y la de las empresas públicas de Baleares. Cabe destacar años como 2005 y 2008, con incrementos disparatados de endeudamiento superiores al 50% y al 45% respectivamente. El resto de los años el crecimiento de la deuda superó prácticamente los dos dígitos.
Ahora es el propio Antich el que manifiesta la gravedad de la situación al intentar reducir el gasto en unos 120 millones ya que, de no detener el endeudamiento, a finales del presente 2010 podría acabar en los 3.900 millones, lo que supondría más del 13% del PIB balear.
UPyD reitera la necesidad de restringir los préstamos como herramienta de política y ajustar el gasto público. Este recorte no debería ser inferior a los 693 millones presupuestados para 2010 como incremento de deuda financiera de la CAIB. La reducción propuesta por Antich de 120 millones sobre unos presupuestos de 2010 que se cuantifican en 3.384 millones supone rebajar el gasto público sólo en un 3,5%, lo cual es totalmente insuficiente dada la grave situación económica actual y garantiza que se continuará incrementando la ya abultada deuda pública.
Por todo lo anterior, UPyD advierte de los tiempos difíciles que se avecinan, ya que el enorme derroche del pasado nos está abocando a recortes drásticos que los ciudadanos de Baleares van a tener que pagar sin ser responsables de ellos. Las políticas de despilfarro soportadas por deuda bancaria acaban pasando factura a los ciudadanos, que al final son quieres pagan los errores de sus mandatarios.
UPyD exige al Govern una solución inmediata a este problema que está impidiendo la salida de la crisis, ya que drena del mercado la financiación que las empresas necesitan para acometer inversiones que reactiven la economía balear. De no tomar medidas contundentes, la situación empeorará y será ingobernable.
Palma, lunes 14 de junio
Según el último informe de la Sindicatura de Cuentas publicado, el endeudamiento de Baleares no tiene límites. Valga un dato: la deuda bancaria directamente imputable a la CAIB se ha incrementado un 350% entre 2001 y 2008, hasta alcanzar algo más de 3.200 millones de euros si unimos la deuda de la CAIB y la de las empresas públicas de Baleares. Cabe destacar años como 2005 y 2008, con incrementos disparatados de endeudamiento superiores al 50% y al 45% respectivamente. El resto de los años el crecimiento de la deuda superó prácticamente los dos dígitos.
Ahora es el propio Antich el que manifiesta la gravedad de la situación al intentar reducir el gasto en unos 120 millones ya que, de no detener el endeudamiento, a finales del presente 2010 podría acabar en los 3.900 millones, lo que supondría más del 13% del PIB balear.
UPyD reitera la necesidad de restringir los préstamos como herramienta de política y ajustar el gasto público. Este recorte no debería ser inferior a los 693 millones presupuestados para 2010 como incremento de deuda financiera de la CAIB. La reducción propuesta por Antich de 120 millones sobre unos presupuestos de 2010 que se cuantifican en 3.384 millones supone rebajar el gasto público sólo en un 3,5%, lo cual es totalmente insuficiente dada la grave situación económica actual y garantiza que se continuará incrementando la ya abultada deuda pública.
Por todo lo anterior, UPyD advierte de los tiempos difíciles que se avecinan, ya que el enorme derroche del pasado nos está abocando a recortes drásticos que los ciudadanos de Baleares van a tener que pagar sin ser responsables de ellos. Las políticas de despilfarro soportadas por deuda bancaria acaban pasando factura a los ciudadanos, que al final son quieres pagan los errores de sus mandatarios.
UPyD exige al Govern una solución inmediata a este problema que está impidiendo la salida de la crisis, ya que drena del mercado la financiación que las empresas necesitan para acometer inversiones que reactiven la economía balear. De no tomar medidas contundentes, la situación empeorará y será ingobernable.