lunes, 10 de mayo de 2010

El Anteproyecto de la Ley de la “Desigualdad”, de Fina Santiago, sólo sirve para aumentar el gasto público y crear decenas de nuevos cargos


UPyD afirma que el anteproyecto de ley de Igualdad de hombres y mujeres es un monumento a la retórica del feminismo más vacío, idéntico a la retórica del “machismo caballeroso”, y sólo sirve para esquilmar aún más las escuálidas arcas públicas.

Palma, 9 de marzo de 2010
UPyD considera un abuso que el Anteproyecto de Ley de la Igualdad de Hombres y Mujeres, que promueve la consellera Fina Santiago, contemple los siguientes cargos o unidades administrativas, con su consiguiente presupuesto económico: 1. Comisión del Govern para la Igualdad, 2. Consell para la Igualdad de Género, 3. Consell de Participació de les Dones (ya existente), 4. Síndica para la Igualdad de Mujeres y Hombres (adscrito al Sindic de Greugues), 5. un representante en cada uno de los cientos de consejos escolares de centros de enseñanza de Baleares, 6. un Representante en los consejos escolares insulares, 7. un representante del Institut Balear de la Dona en el Consell Escolar de las Islas Baleares, 7. Unidades de Igualdad en la universidad.

“Con este ejército de comisarios de género la ley pretende primero controlar toda la Administración Pública y, en un segundo momento, controlar también el ámbito privado. Es sólo cuestión de tiempo que las numerosas recomendaciones de género dirigidas a las empresas se conviertan en preceptos, es cuestión de tiempo que se obligue a tener representantes de Igualdad en los consejos de administración de las empresas, en las asociaciones de comerciantes o en las asociaciones de vecinos”

Todos los partidos políticos, incluidos los de la oposición, callan ante este despropósito, acomplejados ante la posibilidad de ser acusados de “machistas” si osan poner algún pero al anteproyecto. UPyD, en cambio, no tiene miedo a decir la verdad: “este anteproyecto es una excusa para esquilmar aún más la Hacienda Pública en nombre de supuestos principios altruistas; y es también el anteproyecto de la desigualdad, el anteproyecto del machismo caballeroso, el que considera a la mujer un ser desvalido, incluso minusválido, al que hay que proteger siempre y en todas las circunstancias dándole graciosamente las ventajas y el poder, sin que luche por él”.