Después de gastar a mansalva, el PSOE y el PP se echan los trastos a la cabeza · UPyD exige mayor austeridad y más rigor presupuestario
Palma, 27 de abril de 2010
En relación con la disputa de patio de colegio entre PSOE y PP sobre quién tiene la culpa del elevado endeudamiento de la autonomía balear, UPyD quiere hacer una serie de puntualizaciones. Es tan falaz por parte del PSOE dar la culpa al PP por la “herencia” recibida como falaz por parte del PP achacar al PSOE la delicada situación financiera por la que pasa nuestra comunidad, con una deuda prevista, para finales de año y según datos del Banco de España, de 3.913 millones de euros. Ambos, PSOE y PP, mienten porque ambos son igualmente responsables de la situación.
Según datos del Banco de España, el Govern del PP duplicó la deuda durante el anterior mandato, desde los 858 millones de euros (4.4% del PIB regional) hasta los 1.798 millones (6.9% del PIB) a finales de 2007. Sin embargo, esto sólo es una parte de la realidad. Como se sabe, el Banco de España computa menos deuda de la que existe realmente. El grueso de la deuda del Govern Matas se materializó a partir de las empresas públicas que se endeudaron como nunca antes y a través de los gastos comprometidos a presupuestos futuros, una “deuda” camuflada que no se incluye en el pasivo de la CAIB y que no detecta el Banco de España. A finales de 2007, de acuerdo con el último informe de la Sindicatura de Cuentas, la comunidad autónoma tenía comprometidos 3.272 millones de euros a ejercicios futuros con los que se financiaron el metro y las carreteras ibicencas, por ejemplo. De hecho, el Govern Matas hizo un uso abusivo de estas dos estratagemas de ingeniería financiera para gastar más de lo permitido por ley (empresas públicas y plurianuales), como le recuerdan continuamente los síndicos en sus informes anuales.
Por otro lado, el PSOE tampoco puede sacar pecho en absoluto. Según el Banco de España, en apenas tres años habrá duplicado con creces la deuda recibida, de los 1798 millones que heredó hasta los 3.913 millones previstos para finales de 2010, nada menos que un 13,8% del PIB regional, lo que nos convierte en la segunda autonomía más endeudada por detrás de la valenciana. Y si bien es cierto que la crisis económica ha motivado un derrumbe de los ingresos lo cierto es que las infraestructuras “silenciosas” de Antich son, valga la ironía, “invisibles”, a diferencia del impulso en infraestructuras que se dio bajo el último gobierno de Jaume Matas. La gravedad del endeudamiento del Pacte estriba en que sólo sirve para cubrir gasto corriente y no para acometer inversiones, dada la falta de grandes proyectos en marcha salvo el hospital de Son Espases, en el que, casualmente, han optado por la misma artimaña de Jaume Matas tan criticada por los síndicos, el de comprometer gasto para ejercicios futuros. Son Espases costará 1096 millones de euros a pagar hasta 2039 con otro desvío presupuestario descomunal -casi cien millones de euros- que nada tiene que envidiar a los del Palma Arena o el metro.
Ante este panorama, resulta grotesco que PP y PSOE hayan decidido darse lecciones mutuamente. UPyD exige del Govern un cambio de filosofía en favor de una mayor austeridad y un estricto rigor presupuestario.
Palma, 27 de abril de 2010
En relación con la disputa de patio de colegio entre PSOE y PP sobre quién tiene la culpa del elevado endeudamiento de la autonomía balear, UPyD quiere hacer una serie de puntualizaciones. Es tan falaz por parte del PSOE dar la culpa al PP por la “herencia” recibida como falaz por parte del PP achacar al PSOE la delicada situación financiera por la que pasa nuestra comunidad, con una deuda prevista, para finales de año y según datos del Banco de España, de 3.913 millones de euros. Ambos, PSOE y PP, mienten porque ambos son igualmente responsables de la situación.
Según datos del Banco de España, el Govern del PP duplicó la deuda durante el anterior mandato, desde los 858 millones de euros (4.4% del PIB regional) hasta los 1.798 millones (6.9% del PIB) a finales de 2007. Sin embargo, esto sólo es una parte de la realidad. Como se sabe, el Banco de España computa menos deuda de la que existe realmente. El grueso de la deuda del Govern Matas se materializó a partir de las empresas públicas que se endeudaron como nunca antes y a través de los gastos comprometidos a presupuestos futuros, una “deuda” camuflada que no se incluye en el pasivo de la CAIB y que no detecta el Banco de España. A finales de 2007, de acuerdo con el último informe de la Sindicatura de Cuentas, la comunidad autónoma tenía comprometidos 3.272 millones de euros a ejercicios futuros con los que se financiaron el metro y las carreteras ibicencas, por ejemplo. De hecho, el Govern Matas hizo un uso abusivo de estas dos estratagemas de ingeniería financiera para gastar más de lo permitido por ley (empresas públicas y plurianuales), como le recuerdan continuamente los síndicos en sus informes anuales.
Por otro lado, el PSOE tampoco puede sacar pecho en absoluto. Según el Banco de España, en apenas tres años habrá duplicado con creces la deuda recibida, de los 1798 millones que heredó hasta los 3.913 millones previstos para finales de 2010, nada menos que un 13,8% del PIB regional, lo que nos convierte en la segunda autonomía más endeudada por detrás de la valenciana. Y si bien es cierto que la crisis económica ha motivado un derrumbe de los ingresos lo cierto es que las infraestructuras “silenciosas” de Antich son, valga la ironía, “invisibles”, a diferencia del impulso en infraestructuras que se dio bajo el último gobierno de Jaume Matas. La gravedad del endeudamiento del Pacte estriba en que sólo sirve para cubrir gasto corriente y no para acometer inversiones, dada la falta de grandes proyectos en marcha salvo el hospital de Son Espases, en el que, casualmente, han optado por la misma artimaña de Jaume Matas tan criticada por los síndicos, el de comprometer gasto para ejercicios futuros. Son Espases costará 1096 millones de euros a pagar hasta 2039 con otro desvío presupuestario descomunal -casi cien millones de euros- que nada tiene que envidiar a los del Palma Arena o el metro.
Ante este panorama, resulta grotesco que PP y PSOE hayan decidido darse lecciones mutuamente. UPyD exige del Govern un cambio de filosofía en favor de una mayor austeridad y un estricto rigor presupuestario.
