Palma, 26 de febrero de 2010
El portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD) en Baleares, Juan Luis Calbarro, ha declarado hoy su "satisfacción" tras la noticia de la dimisión de Maria Antònia Munar como diputada y presidente del Parlamento de las Islas Baleares. "Pese a que no nos ha regalado nada que no hubiera hecho hace ya mucho tiempo cualquier responsable político en un país democráticamente maduro, es de agradecer que aclare el panorama y facilite el trabajo de fiscales y jueces". No obstante, afirma Calbarro, "la situación política balear dista de estar resuelta. La insólita sucesión de condenas e imputaciones afecta a PP, PSOE y UM, y es especialmente sangrante el caso de este último partido, cuya acción u omisión sigue siendo necesaria como llave de las instituciones. Cualquier solución que pase por el cálculo de intereses electorales de los partidos sería un nuevo engaño a los ciudadanos de Baleares".
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El dirigente del partido de Rosa Díez en las islas continúa: "El Presidente Antich tiene la obligación de escuchar el clamor de la calle, que si no puede cuestionar la legalidad de una moción de censura, ni la legitimidad democrática de quienes fueron elegidos por la ciudadanía, sí cuestiona, y rotundamente, la credibilidad de unos políticos que en el mejor caso han convivido con la corrupción y que no pueden ya alegar su desconocimiento, porque o mienten o fueron unos verdaderos incapaces. El Govern no puede gobernar, y nadie entendería una nueva alianza PP-UM, por mucho que se disimulen los apoyos, sino como una reedición de la legislatura más corrupta de la historia de Baleares. La dimisión de Munar, en realidad, es un signo clarísimo de que hasta aquí hemos llegado. Los ciudadanos deben ser llamados a escoger el mejor camino para salir de este caos político, que avergüenza a todos dentro y fuera de la comunidad autónoma. UPyD reitera, por tanto, la necesidad urgente de un anticipo electoral."
El dirigente del partido de Rosa Díez en las islas continúa: "El Presidente Antich tiene la obligación de escuchar el clamor de la calle, que si no puede cuestionar la legalidad de una moción de censura, ni la legitimidad democrática de quienes fueron elegidos por la ciudadanía, sí cuestiona, y rotundamente, la credibilidad de unos políticos que en el mejor caso han convivido con la corrupción y que no pueden ya alegar su desconocimiento, porque o mienten o fueron unos verdaderos incapaces. El Govern no puede gobernar, y nadie entendería una nueva alianza PP-UM, por mucho que se disimulen los apoyos, sino como una reedición de la legislatura más corrupta de la historia de Baleares. La dimisión de Munar, en realidad, es un signo clarísimo de que hasta aquí hemos llegado. Los ciudadanos deben ser llamados a escoger el mejor camino para salir de este caos político, que avergüenza a todos dentro y fuera de la comunidad autónoma. UPyD reitera, por tanto, la necesidad urgente de un anticipo electoral."
