domingo, 7 de febrero de 2010

UPyD: Munar desprestigia el Parlament, que preside


Que la justicia aún no haya sustanciado la implicación de Munar en el caso Maquillaje, Ca’n Domenge o Son Oms, no evita el deber de exigir responsabilidades políticas a quien ha sido la artífice de UM durante décadas. Una política tan torpe, o con tan pocos escrúpulos, que se ha rodeado de tantos colaboradores incompetentes, corruptos y presuntamente corruptos debe abandonar la presidencia del Parlamento de las Islas Baleares.
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Palma, 7 de febrero de 2010.
La única política de UM que queda desempeñando una función política, después de la ruptura del Pacte, es Maria Antònia Munar, presidenta del Parlament balear. “La única explicación a este hecho es que Munar se agarra desesperadamente a los privilegios procesales que le brinda ser presidenta del Parlament, porque sabe que sin ellos lo más seguro es que ahora estaría, como Flaquer y Nadal, en prisión”, dice Arturo Muñoz, portavoz de UPyD. “Es absurdo que, fallando los cimientos de una casa, se pretenda mantener en el aire el tejado”, completa Elena Vallhonrat, coordinadora de la misma formación política.
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Al menos 20 políticos de UM, todos ellos personas de confianza, cuando no familiares de Munar, en la anterior legislatura y en la presente, están imputados, pluriimputados, condenados o con medidas cautelares por diversos casos de corrupción. Cada uno de ellos, además, lleva aparejado un buen número de empresarios, particulares, testaferros y familiares imputados (en un número total no inferior a 24) por recibir contratos a dedo, por aprovecharse de información privilegiada o por recibir subvenciones clientelares.
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El condenado y pluriimputado Bartomeu Vicens, el condenado Nicolau, los pluriimputados y en prisión Nadal y Flaquer, los imputados Pascual, Mulet, Aguiar, Carreras, Cerdà, Jaume Font, Grimalt, Morales, Nicolau, Orejudo, Oliver, Sastre, Rebassa, Tortella, Llompart, Plomer, no han sido meros subalternos de Munar durante los años en que ha gobernado el Consell Insular de Mallorca y presidido el Parlament, en coalición con el PP o con el PSOE, han sido personas de su confianza, estrechos colaboradores y algunos también amigos, que han desempeñado los más variados cargos públicos: consellerías de Turismo, de Ordenación Territorial, de Obras públicas, Direcciones Generales, vicepresidencias del Consell, gerentes de empresas públicas, etc.
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Todavía produce sonrojo recordar que Bartomeu Vicens, el campeón de los corruptos, pluriimplicado en cinco casos y condenado en uno de ellos a 4 años de cárcel, ha tenido el privilegio de poder despachar en el despacho de la presidenta del Parlament, Munar, hasta el día anterior en que se dictó la sentencia de 4 años de prisión.
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Al margen de las responsabilidades penales que le puedan corresponder, ni los políticos ni los ciudadanos de Baleares deben permitir que permanezca un día más al frente del Parlament, la institución legislativa básica de Baleares, una política que tan mal ha elegido a sus estrechos colaboradores o que con tanta falta de escrúpulos los ha dirigido.
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