martes, 15 de diciembre de 2009

UPyD califica de improcedente e iluminada la plataforma AVANÇAM.


UPyD califica de improcedente e iluminada la plataforma AVANÇAM, que “invoca la protección divina” para el reconocimiento del derecho de autodeterminación respecto a España pero no respecto a Cataluña.
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La plataforma independentista, formada por concejales baleares, que hacen gala de su laicidad e incluso de su ateísmo, ha buscado la protección divina en el monasterio de Cura para hacer su presentación el sábado día 12. Con ello han ofrecido una versión chusca del famoso aforismo de Chesterton: “Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa”.
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Palma, 14 de diciembre de 2009.
UPyD, un partido que defiende el laicismo y que respeta profundamente la religión, quiere denunciar la actitud irracional y religiosa, incompatible con la racionalidad exigida en una democracia, de los movimientos nacionalistas y separatistas cuando plantean sus objetivos políticos como creencias, lo que les acerca demasiado a las creencias de los terroristas. El hecho de haber elegido el monasterio de Cura para hacer la presentación de la plataforma AVANÇAM no es insustancial, ni siquiera simbólico, denota una profunda perversión democrática.
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La laicidad es algo más que rechazo a la intervención de la religión en la actividad política, la laicidad es el rechazo a cualquier creencia en el ámbito político, la condena del imperio del sentimiento sobre la razón.
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Los componentes de la plataforma no descartan ninguna medida en apoyo al “religioso” derecho a la autodeterminación de Baleares respecto a España (que no respecto a Cataluña). Entre esas medidas están, sin duda, la de apoyar consultas soberanistas en distintos municipios de Mallorca. UPyD quiere avisar a las autoridades de que entregar el censo electoral a entidades para cualquier actividad ajena a una consulta electoral legal, en los términos que contempla la constitución, es un grave delito, que UPyD denunciará, si se da el caso, ante el juez.
Causa pavor que, en un hipotético caso de consulta sobre autodeterminación, el nombre y domicilio de cualquier ciudadano pueda estar en manos de iluminados que pueden controlar no tanto quién vota sí o no a sus pretensiones como quién no va a votar.