El gasto destinado a la normalización lingüística, que se aplica transversalmente en todas las consellerias, es desproporcionado y supone una merma más que considerable de la capacidad inversora de las administraciones públicas.
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Palma, 11 de noviembre de 2009.
La normalización lingüística es uno de los ejes vertebradores de los presupuestos de la comunidad autónoma, que traspasa todas las consellerias y que toma forma en multitud de conceptos y capítulos.
UPyD quiere enumerar algunos de los distintos modos, o disfraces, de destinar dinero del contribuyente a la normalización lingüística, que se ha convertido en un fabuloso negocio para una buena cantidad de catalanistas, que han sabido hacer compatibles las ideas con el beneficio. Partidas presupuestarias directas para normalización en los presupuestos de la Comunidad, del Consell y de los ayuntamientos; ayudas y subvenciones a entidades de fomento de la lengua, como la OCB (que ha recibido durante el año 2009 por todos los lados y que durante el 2010 recibirá por todos los lados: de la Generalitat de Cataluña, 500.000 euros; del Estado al que combate: 300.000; del Govern Balear, del Consell, de los ayuntamientos); en subvenciones a entidades culturales catalanistas, como Joves per la Llengua, Correllengua, Músics per la llengua, Instituto Ramon Llull, Consorcio para la promoción de la lengua y cultura catalanas, etc; en financiación de cursos; en establecimiento de requisitos lingüísticos para recibir subvenciones o para obtener plaza de funcionario; en establecimiento de requisitos lingüísticos para recibir ayudas a producciones teatrales o artísticas; en ayudas a la prensa en catalán; en ayudas a la financiación de páginas webs normalizadas, de rótulos comerciales, de servicios de traducción; en contratación de asesores lingüísticos para todos los ayuntamientos, instituciones públicas, organismos públicos (como IB3); en reducción de horas lectivas para los profesores que ejercen labores en las Comisiones Lingüísticas; en doblaje de películas; y así hasta el infinito.
Palma, 11 de noviembre de 2009.
La normalización lingüística es uno de los ejes vertebradores de los presupuestos de la comunidad autónoma, que traspasa todas las consellerias y que toma forma en multitud de conceptos y capítulos.
UPyD quiere enumerar algunos de los distintos modos, o disfraces, de destinar dinero del contribuyente a la normalización lingüística, que se ha convertido en un fabuloso negocio para una buena cantidad de catalanistas, que han sabido hacer compatibles las ideas con el beneficio. Partidas presupuestarias directas para normalización en los presupuestos de la Comunidad, del Consell y de los ayuntamientos; ayudas y subvenciones a entidades de fomento de la lengua, como la OCB (que ha recibido durante el año 2009 por todos los lados y que durante el 2010 recibirá por todos los lados: de la Generalitat de Cataluña, 500.000 euros; del Estado al que combate: 300.000; del Govern Balear, del Consell, de los ayuntamientos); en subvenciones a entidades culturales catalanistas, como Joves per la Llengua, Correllengua, Músics per la llengua, Instituto Ramon Llull, Consorcio para la promoción de la lengua y cultura catalanas, etc; en financiación de cursos; en establecimiento de requisitos lingüísticos para recibir subvenciones o para obtener plaza de funcionario; en establecimiento de requisitos lingüísticos para recibir ayudas a producciones teatrales o artísticas; en ayudas a la prensa en catalán; en ayudas a la financiación de páginas webs normalizadas, de rótulos comerciales, de servicios de traducción; en contratación de asesores lingüísticos para todos los ayuntamientos, instituciones públicas, organismos públicos (como IB3); en reducción de horas lectivas para los profesores que ejercen labores en las Comisiones Lingüísticas; en doblaje de películas; y así hasta el infinito.
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UPyD selecciona, de todas las consellerias, el caso de la Conselleria de Educación y Cultura. En los presupuestos para 2010 destina 6,2 millones de euros para normalización lingüística. Comparando esta partida presupuestaria con otras de la misma Conselleria se puede apreciar el escándalo: supone el 54% del presupuesto de Cultura (11,6 millones), en la que está incardinado; es algo inferior a la cantidad que Educación destina a la Formación Profesional (7,4 millones); y casi un 30% superior al dinero destinado por Educación a Innovación y Formación del Profesorado (4,7 millones).
UPyD selecciona, de todas las consellerias, el caso de la Conselleria de Educación y Cultura. En los presupuestos para 2010 destina 6,2 millones de euros para normalización lingüística. Comparando esta partida presupuestaria con otras de la misma Conselleria se puede apreciar el escándalo: supone el 54% del presupuesto de Cultura (11,6 millones), en la que está incardinado; es algo inferior a la cantidad que Educación destina a la Formación Profesional (7,4 millones); y casi un 30% superior al dinero destinado por Educación a Innovación y Formación del Profesorado (4,7 millones).
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UPyD hace un llamamiento a la responsabilidad de los políticos y a la racionalización económica. Si ya en momentos de prosperidad es reprobable, en momentos de crisis, con un descenso brusco de la capacidad recaudatoria, es una afrenta al sentido común destinar tantos recursos a un concepto que no tiene apenas capacidad de generación de riqueza.
UPyD hace un llamamiento a la responsabilidad de los políticos y a la racionalización económica. Si ya en momentos de prosperidad es reprobable, en momentos de crisis, con un descenso brusco de la capacidad recaudatoria, es una afrenta al sentido común destinar tantos recursos a un concepto que no tiene apenas capacidad de generación de riqueza.
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