UPYD considera escandaloso el nombramiento de Joan Font, alcalde de Petra, como Conseller de Cultura del Consell. La lista de casos pendientes ante los juzgados le desacredita completamente.
Curiosamente, el nombramiento se produce al mismo tiempo que el PSM pide la dimisión de los políticos imputados.
Si la gestión de Joana Lluïsa Mascaró ha sido polémica, su dimisión, sustitución y ascenso de Joan Font (hasta ahora Director General) a Conseller, iguala en lo peor de la clase política balear al PSM. El supuesto interés de esta formación contra la corrupción urbanística ha pasado a ser un mito, a juzgar por los casos abiertos o con sentencias judiciales ya en firme, en los que Joan Font está implicado. UPyD considera que los discursos puristas contra la corrupción son aplicables a todo político imputado de cualquier partido. El PSM acaba de demostrar su selectiva sensibilidad a la corrupción cuando salpica a sus políticos, y su interés en explotarlos cuando afectan al resto.
Los casos Son Canals (con una orden de derribo sin cumplir por considerarse nula la licencia de construcción) todavía abierto, Son Roca (en el que padre, hermano y cuñado del alcalde construyen en zona ANEI) o Ferretería Bonany (ignorado actualmente por el Consell) son sólo los más destacados en la lista de los que implican a Joan Font en una infinita lista de presuntas irregularidades. Es de destacar que el año 2005 la oposición en pleno en Petra (PSOE, PP y UM) se unió para denunciar lo que estaba ocurriendo en el municipio.
Para UPYD, la corrupción es ya el pegamento que une a todos los partidos de Baleares a la hora de fraguar pactos: soslayan la corrupción para mantener pactos que les permitan ocupar cargos y cuotas de poder, y los silencian cuando les conviene.
Curiosamente, el nombramiento se produce al mismo tiempo que el PSM pide la dimisión de los políticos imputados.
Si la gestión de Joana Lluïsa Mascaró ha sido polémica, su dimisión, sustitución y ascenso de Joan Font (hasta ahora Director General) a Conseller, iguala en lo peor de la clase política balear al PSM. El supuesto interés de esta formación contra la corrupción urbanística ha pasado a ser un mito, a juzgar por los casos abiertos o con sentencias judiciales ya en firme, en los que Joan Font está implicado. UPyD considera que los discursos puristas contra la corrupción son aplicables a todo político imputado de cualquier partido. El PSM acaba de demostrar su selectiva sensibilidad a la corrupción cuando salpica a sus políticos, y su interés en explotarlos cuando afectan al resto.
Los casos Son Canals (con una orden de derribo sin cumplir por considerarse nula la licencia de construcción) todavía abierto, Son Roca (en el que padre, hermano y cuñado del alcalde construyen en zona ANEI) o Ferretería Bonany (ignorado actualmente por el Consell) son sólo los más destacados en la lista de los que implican a Joan Font en una infinita lista de presuntas irregularidades. Es de destacar que el año 2005 la oposición en pleno en Petra (PSOE, PP y UM) se unió para denunciar lo que estaba ocurriendo en el municipio.
Para UPYD, la corrupción es ya el pegamento que une a todos los partidos de Baleares a la hora de fraguar pactos: soslayan la corrupción para mantener pactos que les permitan ocupar cargos y cuotas de poder, y los silencian cuando les conviene.